lunes, 11 de agosto de 2008

moi


hoy fue mi presentación, también. Este año decidí, además de dedicarme al blog, poder compartir, de alguna forma, las imágenes que vengo trabajando hace tiempo. Sin proyecto quizás, pero con una cierta constancia, y un par de motivos: la fragmentación, y cierta “intimidad”:

“Mi idea del escribir.

Estos días pienso mucho en “el” escribir. Pienso en las responsabilidades del caso, pienso en los encasillamientos.

Todo esto tiene que ver con un proceso personal: si me dedico, de alguna forma, a la escritura a partir de una cierta “observación de situaciones”, o mejor, de estados de situaciones y sus diferentes “materializaciones” o puestas en imagen, no puedo no empaparme de eso.

Pensaba en el proyecto levante de este año, si en sostener eso que se “requiere de mí” – cierta producción teórica o critica, en este caso- o en definitivamente seguir esto que me sucede, esta especie de contaminación a partir del presenciar la producción.

Personalmente, me molesta la palabra crítica y todo lo que ella implica –críticos para qué, críticos designados por quien- y no entiendo, bajo ningún aspecto, la noción del teórico o critico que se anima a escribir sin en algún momento acercarse a una cierta producción material.

Así como considero necesario que los artistas sean capaces de escribir sobre su trabajo, o sobre el arte, o simplemente escribir como forma, me resulta imprescindible la producción plástica del teórico. Sin empatía no hay verdad, creo yo.

El año pasado, charlando con Graciela de algo muy similar, y después de leer el articulo de suely y todo el concepto de “cuerpo vibrátil”, encontré allí una justificación pertinente para permitirme tomar esto que me sucede como una verdad, como una “urgencia de producción”.

No podemos no ser en un contexto, y no podemos no producir cuando nos rodeamos constantemente de producción. Las relaciones amables producen en nosotros, así como las obras, así como los textos.

Si dentro de mi producción “teórica” me animo, de alguna forma, a ver lo que no se ve, en algunas de mis imágenes trato de evidenciar un poco esa trampa de que todo es abarcable, de que todo es registrable, visible, “contenible”.

A partir de ahí empiezo a trabajar el fragmento. De muchas formas posibles. El fragmento me permite introducir esta mentira y además introducir un tiempo: lo que estoy viendo es un recorte de, es una incapacidad, una falencia de nuestra mirada, que nos lleva inmediatamente a una continuidad falsa, de buscar lo que falta que quizás se encuentra “en otro plano”.

Así como con el texto, donde un plano es la imagen y otro plano-tiempo es el texto, así juegan entonces en mi: un destiempo de producción de palabras, que a veces resultan atemporales a cada obra, y un destiempo de recortes voluntarios, que me permiten agregarlo al plano del texto, pero del texto que es el otro, que construye el otro.”

Partí de este texto, se generó un debate en torno a fotolog –llevé copias de fotos, como parte de un nuevo “estadío”, de sacarlas de la computadora, del formato digital, y no virtual- fotos que es cierto, anduvieron por fotolog, pero cuyo “fin” no es fotolog. En realidad no sabía si estábamos discutiendo esto de manera positiva o de manera negativa. Las fotos estaban ahí, y sin embargo se discutía un “dispositivo” –que nunca mencioné y que, por otra parte, quizás se podría “ahondar” un poco más, sobre todo cuando muchas veces este tipo de dispositivo sirve para una circulación de “trabajos” que por otros canales no tendrían circulación, pero en fin…-

Afortunadamente, mara y beto no estaban “contaminados” por el conocimiento de mi fotolog, asi que mara insistió en que habláramos de las imágenes dispuestas ahí físicamente en la mesa, y luego un poco la discusión “fue para otro lado”. No fui preparada, no lleve un proyecto, no presente bien mi trabajo, esto es una autocrítica.


No hay comentarios: